Los pies son una zona de nuestro cuerpo a la que no solemos ponerle la debida atención, es común que debido a esto se formen callosidades en los pies, la causa más común de que aparezcan los callos es el uso frecuente de zapatos apretados durante mucho tiempo.
Los callos son unas durezas amarillentas que se forman en los pies debido a una presión o fricción excesiva. Se consideran como un problema estético y, algunas veces, pueden causar sensación de dolor, agrietamiento e infecciones.
A pesar de que aparecen con más regularidad en los pies, también se pueden desarrollar en las manos y otras áreas del cuerpo que se exponen a un continuo roce. Su aparición está relacionada con el uso de zapatos demasiado ajustados, aunque también con el hecho de caminar descalzo o practicar actividades de gran exigencia física.
La buena noticia es que existen varias soluciones naturales que disminuyen la dureza y recuperan la textura suave. A continuación queremos compartir algunas de las más interesantes para que las pruebes antes de sufrir más complicaciones.
1-El Vinagre Blanco para los remedios para callos
Uno de los remedios para callos más efectivo es el uso del vinagre blanco. La forma de preparar la mezcla es con una parte de vinagre con tres de agua, luego frota esta mezcla en la zona donde está el callo, posteriormente cúbrela con vendas y deja que actúe durante la noche.
Por la mañana realiza una exfoliación en tus pies para eliminar todas las células muertas ayudándote con una piedra pómez o con una lima. Finalmente lava tus pies y huméctalos con crema hidratante.
2-El Bicarbonato de Sodio para los remedios para callos
Algo que seguramente tenemos en casa y que también puede ayudar enormemente a combatir el problema de los callos es el bicarbonato de sodio. Para prepararlo solo debes agregar dos o tres cucharadas de bicarbonato y mezclarlo en un recipiente con agua, mete los pies en esa mezcla por alrededor de 15 minutos. Luego utiliza una piedra pómez para exfoliar la zona donde están las callosidades.
3-Aspirina
Las aspirinas contienen una sustancia llamada ácido salicílico que, aplicado de forma local, sirve para reducir las células muertas de la piel y estimular su reparación. Su uso tópico reduce el tamaño de los callos, minimiza las cicatrices y deja una sensación de limpieza muy agradable.
Ingredientes
- 5 aspirinas
- 3 cucharadas de vinagre de manzana (30 ml)
- 1 venda adhesiva
¿Cómo prepararlo?
- Tritura las aspirinas con la ayuda de un mortero y mézclalas con el vinagre de manzana hasta formar una pasta.
- Extiende el producto sobre la dureza de los pies y cúbrelo con un vendaje para que actúe durante una hora.
- Pasado el tiempo indicado, retira el producto, frota con una piedra pómez y enjuaga.
- Úsalo como mínimo tres veces a la semana.
4-Ajo y Aceite de Oliva
Las propiedades antifúngicas del ajo combaten los hongos en los pies y disminuyen problemas como la comezón, el agrietamiento y la sequedad.
Por su parte, el aceite de oliva ablanda las durezas y disminuye el daño celular causado por las toxinas y los radicales libres.
Ingredientes
- 5 dientes de ajo
- 5 cucharadas de aceite de oliva (80 g)
- 1 venda adhesiva
- 1 par de medias
¿Cómo prepararlo?
- Pela los dientes de ajo y tritúralos con un mortero hasta obtener una pasta.
- Combínalos con el aceite de oliva y deja que el preparado macere durante dos horas.
- Pasado este tiempo, lava bien los pies y aplícate el producto y fíjalo con la ayuda de un vendaje.
- Ponte unos calcetines y déjalo actuar toda la noche.
- Repite este tratamiento dos veces por semana.