La forma en la que empiezas tu día es realmente importante, ya que demuestra el tipo de vida que llevas. Beber agua tibia con limón se ha convertido en una tendencia últimamente, sin embargo, este método realmente no explota por completo las propiedades que el limón tiene.
Cuando bebes agua tibia con limón, realmente no aprovechas los nutrientes de esta deliciosa fruta, ni de la cáscara, ni de la pulpa.
En cambio, cuando hierves el limón entero, es mucho mejor, ya que no sólo usas el jugo, sino todo el limón entero y aprovechas todos sus nutrientes.
Dicho en términos sencillos: este elixir, básicamente, potencia los efectos del agua con limón, y hoy te vamos a enseñar exactamente cómo preparar esta bebida.
Ingredientes:
- 6 limones
- 600 ml de agua
- Miel
Preparación:
Empieza por cortar los limones a la mitad. Liego colócalos en una olla con el agua. Pon el agua a hervir y déjalo que hierva por 3 minutos. Luego apágalo, y deja reposar el resultado por unos 10 a 15 minutos.
Finalmente, saca los limones y los residuos del agua, y sírvete lo que queda en una taza de té.
Lo que queda lo puedes guardar en una botella para el día siguiente o luego.
Si lo deseas, puedes usar una cucharadita de miel para endulzar la bebida.
Los beneficios de esta bebida son los siguientes:
- Mejora el sistema inmune
- Protege de resfriados
- Te potencia la energía
- Mejora la digestión y acelera el metabolismo
- Elimina toxinas
- Balacea el PH del organismo
- Hace que tu piel se vea hermosa
- Te da un aliento fresco
- Ayuda a perder peso
- Te pone de buen humor, y previene la depresión
- Hidrata el sistema linfático
En resumen, esta bebida es excelente para hidratarte, mantenerte saludable, verte bien, y estar de buen humor. Te llena de energía positiva. No sólo es una receta sencilla, sino que con 6 limones tienes para alrededor de una semana de esta maravillosa bebida.
Una vez que ya el agua está hervida, no necesitas hervirla o calentarla de nuevo: puedes beberla como un té helado. Los nutrientes están ahí, sólo asegúrate de que no esté demasiado fría. Y, por supuesto, si lo prefieres, puedes calentarla un poco.
