La piña es un alimento tropical muy nutritivo y con propiedades excepcionales. Contienen altas cantidades de vitamina C y manganeso y a pesar de ser muy dulce, sólo contiene 80 calorías cada 100 gramos. Cada vez que comemos piña vemos con pena cómo debemos descartar gran cantidad de fruta que queda adherida a la cáscara, pero lo que debes saber es que con todo eso que desechamos se puede preparar una infusión que cuenta con innumerables beneficios.
La bromelina protege el sistema inmunológico y posee propiedades anticancerígenas, y junto con sus altas concentraciones de beta-caroteno nos protege contra el cáncer de próstata y posiblemente también contra el cáncer de colon.
Además de las vitaminas y minerales mencionados anteriormente, la piña también contiene pequeñas cantidades de complejo B, calcio, zinc y vitamina A. Incluso puede ayudar a aliviar los síntomas del resfriado común.
La cantidad de Vitamina C concentrada en la piña equivale a la dosis recomendada que deben consumir las mujeres a diario que son más proclives a la debilidad ósea ya que es esencial en el desarrollo de huesos fuertes y tejido conectivo. Por esto, se la recomienda como complemento adicional al tratamiento del reuma y la artritis.
También, la bromelina puede ayudar a prevenir la formación de coágulos sanguíneos y es ideal para viajeros frecuentes y para quienes permanecen mucho tiempo sentados.
Infusión de cáscara de piña:
Preparar una infusión de cáscara de piña es muy fácil. Sólo debes seguir estos simples pasos.
Ingredientes:
– 1 litro de agua
– Cáscara de una piña y un poco de pulpa
Preparación:
Hervir el agua y agregarle trozos de cáscara de piña bien lavada junto con unos trozos de pulpa. Hervir durante 10 minutos. Dejar reposar 3 minutos, colar y beber. También se puede tomar frío.